viernes, 30 de septiembre de 2016

DIMENSIONES

Columna de opinión
EL MILAGRO DE LA VIDA

Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


Daniela aunque vive en Cartagena a sus 12 años, no ha visto al mar. Sólo alcanza a colocar en imágenes las palabras de Mónica, su madre adoptiva, quien le cuenta que este es un espacio inmenso, infinito a la vista, de color azul, con un rugido propio, permanente en su ir y venir, siempre adornado por gaviotas que libres vuelan por encima de él y se tiran en picada para extraer el alimento de su vientre.



Cuando tenía 1 año y estando en los brazos de su padre, percibió un ruido ensordecedor, seguido de un dolor agudo en todo su cuerpo. Sólo años después pudo entender que las personas adultas en su país, se mataban entre ellas y en ese entonces había perdido no sólo su vista, sino al ser que más amaba: Su progenitor. “La esperanza es lo único que brilla”. Lo entonó en una canción.

En Colombia en 54 años de lucha fratricida entre el estado y las FARC han sido asesinadas 267.162 compatriotas. Cuantos seres como Daniela no viven de manera anónima en todo el país, circunstancias similares o peores?. Son tantas que de sólo pensarlo, se me encoje el alma de dolor e impotencia al no poder evitarlas. Las secuelas que deja en los sobrevivientes de hechos como el relatado, los que estudiamos el fenómeno lo denominamos, trauma psíquico y las manifestaciones los trastornos de estrés postraumáticos.

Son tantos los afectados que la labor que nos compete a todos, sin ninguna excepción, es tratar de contribuir a la sanación de las cruentas heridas que ha dejado la guerra cotidiana vivida por nuestros compatriotas, especialmente de las zonas rurales.

El domingo 2 de Octubre del 2016 es un día de un profundo significado patriótico para todos los colombianos, porque se nos ha convocado para que decidamos con plena autonomía, como no se había consultado desde hace 59 años (el 1 de Diciembre de 1.957), si queremos o no el fin del conflicto armado con las FARC. En ese entonces de los 4.396.686 de votantes, el 94.8% estuvo a favor de la enmienda constitucional.

Soy un convencido que la única vía para terminar el conflicto armado entre los colombianos es el diálogo fraterno, la concesión de algunos puntos como lo han hecho gobierno y subversivos en el acuerdo de la Habana. Votar SI, es apuntarle a la construcción de un nuevo país. Son muchos los males que nos aquejan (corrupción, desigualdad), pero, “comienzo tienen las cosas” como decía mi padre. Este es uno de los primeros pasos. Votemos SI.

*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)

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