YO TAMBIÉN VOY AL PSIQUIATRA
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
Hace 31 años, cuando terminé mis estudios en Psiquiatría, me fui a ejercer a uno de los más bellos lugares que tiene nuestro país: el departamento del Meta. En ese entonces, Villavicencio, su capital, no tenía la infraestructura y el gran desarrollo que tiene hoy en día. Lleno de ilusión, monté el consultorio en uno de los sectores de mayor estrato de la ciudad.
Pero pasaban los días y nada que llegaban los anhelados pacientes, y los pocos que consultaban lo hacían obligados por su familia o por situaciones de fuerza mayor, como las de tipo judicial. Mientras tanto, ¡los colegas que ejercían en Bogotá me decían que ellos tenían citas hasta para 3 semanas! Entonces, en mi mente de aprendiz, me hice las siguientes 2 preguntas:
¿Por qué los llaneros no consultan al psiquiatra? ¿Será que esta es una población sana mentalmente? La respuesta me la dio una adolescente que llegó a mi consultorio por orden perentoria de su madre. Ella me dijo con la franqueza de su edad: “Mi mamá quiere que yo venga donde usted, ¿es que acaso estoy loca? A mí me da vergüenza con mis con mis amigas, ¡qué oso si se llegan a enterar! De una me la montan”. Allí quedaron resueltas mis dudas.
En la actualidad esa misma percepción sigue siendo válida para la gran mayoría de la población colombiana: consultar a este especialista equivale a estar loco o tener falta de carácter o firmeza para enfrentar los desafíos de la vida.
El último estudio para explorar la salud mental de los colombianos fue realizado en 2015; este dice que el 10 % de la población debería consultar a profesionales de la salud mental para resolver sus conflictos; y, sin embargo, solo 1 de cada 10 individuos lo hace. El mismo estudio sugiere que entre aquellos que sí consultan, 3 de cada 4 abandonan el tratamiento porque la mayoría es sometida a burlas por parte de su familia, su hogar, su sitio de trabajo o de la sociedad en general.
Por esta razón, la Asociación Colombiana de Psiquiatría con el apoyo de otras sociedades científicas y del Ministerio de Salud el 18 de abril lanzaron la campaña “Yo también voy al psiquiatra” como una manera de disminuir el estigma que se cierne sobre estas alteraciones, que son tan normales e incluso más frecuentes que el resto de las enfermedades que nos aquejan a los seres humanos. Asista al psiquiatra sin temor; este profesional lo puede ayudar.
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