DIMENSIONES

ASÍ ES LA SOCIEDAD
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *

La pandemia del Coronavirus, que está afectando a casi todos los países del mundo, ha tenido profundas repercusiones en Colombia. En otros artículos he analizado las afectaciones en la salud mental de la población; en esta ocasión solo quiero referirme a los indicadores económicos que, según los expertos, tendrán una alteración importante, lo que sugiere que la economía del país requerirá por lo menos unos tres o más años para recuperarse, tras superar esta contingencia.


Para ayudar a la reactivación económica, el presidente de la República propuso una serie de medidas, entre ellas, la venta de artículos de consumo, los cuales estarán exceptos del cobro del IVA durante los siguientes tres días: 19 de junio, 3 y 19 de julio del 2020.

El primer día sin IVA estuvo caracterizado por una avalancha de gente que literalmente se “peleaba” por adquirir productos, sin respetar el distanciamiento social ni las otras medidas encaminadas a proteger a las personas de la infección del virus. Largas filas en almacenes y grandes superficies de ventas mostraban que con tal de comprar el televisor o el equipo de sonido deseado, no importaban las normas de autocuidado, las cuales pasaban a un segundo plano.

El informe de las entidades bancarias y de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) manifestó que en esa jornada hubo ventas históricas cercanas a los cinco billones de pesos. Mientras tanto, los gremios organizados de la salud se preguntaban qué sentido tenía, entonces, “proteger” a la población, a veces de manera dictatorial, prohibiendo que las personas salieran para que no se desbordara la pandemia, si en un solo día se tiró por la borda lo logrado hasta el momento.

Un número importante de analistas decían que en nuestro país no había cultura ciudadana, ni autocuidado, ni respeto por el otro; mucho menos, una actitud solidaria con las grandes masas de la población que en este momento se encuentran desempleadas y sin posibilidades de recursos para conseguir nutrientes básicos para su subsistencia.

¡Pero el día sin IVA fue el derroche de lo suntuario en medio de la más profunda escasez! En el fragor del desmadre colectivo de esa jornada, un medio de comunicación  me preguntaba por el análisis psicológico que podía hacer. Respondí que esto era el reflejo de la sociedad colombiana: el ciudadano del común observa y repite los modelos que ha recibido de quienes manejan las estructuras económicas y de poder del país, que están centrados en la insolidaridad, la indolencia, el egoísmo y la corrupción. No obstante, el gran reto es cambiar tales paradigmas que nos determinan en este momento.

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