¿MORIRÁ LA ILUSIÓN?
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
El 17 de febrero del presente año, los colombianos nos despertamos con una ilusión: la puesta en funcionamiento de un nuevo sistema de salud que cobija a los 49 millones de habitantes del país. La Ley Estatutaria de Salud, la 1751, expedida en 2015, por fin se convirtió en una realidad. ¿Cuál es su fundamento? La salud deja de ser un servicio, como fue concebida en la Constitución del 91, y se convierte en un derecho fundamental, lo que significa que se trata de un derecho autónomo que no necesita de ningún otro para ser garantizado.
La filosofía de esta ley se resume en su Artículo 15: “A los afiliados al sistema se les garantizará el derecho fundamental a la salud, sobre la base de una concepción integral de la misma”. Eso quiere decir que desaparecen las exclusiones en la atención, que al paciente se le debe proporcionar todo lo que necesite para su recuperación, que el médico retoma su autonomía y podrá formular los medicamentos y procedimientos que estime pertinentes para la recuperación de las personas, y que ninguna institución le podrá negar los servicios a quien los solicite. Y esto mismo se deberá aplicar en promoción, prevención, paliación y rehabilitación.
Los principales actores del sistema de salud son pesimistas con respecto al cumplimiento de dichos propósitos tan loables. La Acemi, que reúne a las EPS del régimen contributivo, dice que durante el primer año se requerirían 2 billones de pesos para su implementación, para lo cual no hay recursos. Por su parte, la Asociación de Hospitales y Clínicas, ACHC, no cree que se produzca ningún cambio mientras el sistema continúe girando alrededor de las EPS, que seguirán intentando racionalizar, restringir y negándose a reconocer los servicios a sus afiliados.
Asimismo, las asociaciones de pacientes, tampoco confían en que esta ley estatutaria tenga algún impacto significativo, mientras que no haya un verdadero revolcón en la concepción de la salud. ¿Será que esta nueva ilusión para los colombianos morirá ante la dura realidad que vivimos? www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
La filosofía de esta ley se resume en su Artículo 15: “A los afiliados al sistema se les garantizará el derecho fundamental a la salud, sobre la base de una concepción integral de la misma”. Eso quiere decir que desaparecen las exclusiones en la atención, que al paciente se le debe proporcionar todo lo que necesite para su recuperación, que el médico retoma su autonomía y podrá formular los medicamentos y procedimientos que estime pertinentes para la recuperación de las personas, y que ninguna institución le podrá negar los servicios a quien los solicite. Y esto mismo se deberá aplicar en promoción, prevención, paliación y rehabilitación.
Los principales actores del sistema de salud son pesimistas con respecto al cumplimiento de dichos propósitos tan loables. La Acemi, que reúne a las EPS del régimen contributivo, dice que durante el primer año se requerirían 2 billones de pesos para su implementación, para lo cual no hay recursos. Por su parte, la Asociación de Hospitales y Clínicas, ACHC, no cree que se produzca ningún cambio mientras el sistema continúe girando alrededor de las EPS, que seguirán intentando racionalizar, restringir y negándose a reconocer los servicios a sus afiliados.
Asimismo, las asociaciones de pacientes, tampoco confían en que esta ley estatutaria tenga algún impacto significativo, mientras que no haya un verdadero revolcón en la concepción de la salud. ¿Será que esta nueva ilusión para los colombianos morirá ante la dura realidad que vivimos? www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
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