viernes, 26 de agosto de 2016

DIMENSIONES

Columna de opinión
EL PROPÓSITO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA ES LA PAZ

Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *

En un día como hoy, hace 13.700.000.000 años, sucedió la gran explosión (El Big Bang), el origen de todo lo existente. Esto según el planteamiento de Edwin Hubble, que es reconocido por la ciencia actual como la única teoría válida, para explicar las 400.000 galaxias que componen el universo.

De ese tiempo hacia acá, la creación primigenia se ha ido expandiendo y creando de manera incesante, nuevas formas y supone la hipótesis que en miles de años se iniciará un proceso contrario de implosión (Big Crunch), con lo cual todo terminará en el punto de inicio. De allí provenimos, esa es nuestra madre común. Toda la evolución da un nuevo salto cualitativo cuando hace 50.000 años, aparecen nuestros ancestros, el homo sapiens sapiens  (el hombre que piensa).

Los humanos con todo lo existente tenemos un origen común, pero, algo muy importante es reconocer que este largo recorrido, terminará en un mismo destino final. Somos uno con el cosmos. Y eso lo han vislumbrado las grandes mentes de la humanidad. Jesús dijo: “Un nuevo mandamiento os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado” (Juan 13-34). Buda: “-"El odio no se termina con odio, se termina con amor, es la regla eterna". Mahatma Gandhi “Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar”.  Nelson Mandela: “No perdonar, es como beber un vaso de veneno y esperar que tus enemigos mueran”. Este es el mandato cósmico y hacia allí se debe dirigir el destino humano: La paz, la confraternidad, la unidad.

Si se firman los acuerdos del fin del conflicto con las Farc, no se conseguirá la paz de manera automática, es iluso quien así piensa. Pero, es un paso fundamental para estar en concordancia con la evolución de la especie humana, que no puede ser distinta a vivir en armonía.

Si se nos convoca por medio del plebiscito a votar por el SI o el NO, ese domingo me visualizo como lo hacía Don Pedro, mi padre, quien en días electorales se ponía muy temprano su mejor pinta y salía feliz a votar por su amado partido liberal. Así lo haré. Iré con pies presurosos y el alma henchida de orgullo a votar por el SI y en esa jornada democrática y llena de modernidad, abrazaré a los que votan por el NO, porque son mis hermanos y hacen parte de esta hermosa y sufrida patria, que hemos denominado Colombia.

*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)

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