sábado, 15 de diciembre de 2018

DIMENSIONES

EL FIN Y EL COMIENZO DE UN CICLO

Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


El águila es una de las aves que tienen una mayor longevidad: su promedio de vida oscila entre los 20 y los 30 años. Sin embargo, cuenta la leyenda que una de esas aves puede vivir hasta 70 años, pero para lograrlo debe superar un gran proceso de renovación. Cuando cumple los 40 años, en ese momento, el pico, las garras y las plumas envejecen de tal manera, que no le permiten atrapar a su presa ni volar, es decir que no puede sobrevivir.


Entonces, el águila debe tomar una decisión crucial: se aísla y permanece en las altas cumbres de una montaña durante 6 meses; transcurrido ese tiempo en el encierro voluntario, sale completamente renovada de este para completar su ciclo vital. Cada vez que cuento esta historia, acostumbro a preguntarle a las personas lo que piensan sobre ella y si creen que se puede aplicar a la vida de un ser humano.

Las respuestas son diversas, pero hay un hilo que las conecta a todas: la necesidad que tiene toda persona de hacer una pausa cada cierto periodo de su vida para preguntarse sobre lo que ha sido su recorrido vital, los errores y aciertos que ha tenido, los sueños que no ha podido cumplir, las ilusiones nuevas que le permitan volar a las más elevadas montañas que han guardado sus sueños durante el tiempo en que ha estado “en hibernación”.

Reflexionar sobre el significado de lo que se ha vivido es un periodo clave que debe atravesar todo ser humano que pretenda alcanzar su propio desarrollo y aprender de las experiencias vividas. Como le sucede al águila, la renovación trae consigo un mayor grado de madurez, una cierta sabiduría respecto a las relaciones que se establecen. Solo para poner un ejemplo: en la medida en que el individuo avanza en años, se torna más selectivo en las relaciones que establece e incluso en sus propios gustos.

Bueno, estamos en una época propicia para dedicar algunos días no solo a compartir con la familia y los seres queridos, sino también con la persona más importante de tu vida: tú mismo. Podemos asimilar la terminación de un año al cierre de un ciclo, en el cual nos debemos preguntar y responder con honestidad lo que ha sucedido con los proyectos que nos habíamos fijado los primeros días de enero de 2018.

¿Se pudieron cumplir? Si no, ¿cuáles fueron las razones para ello? Estos son los insumos que se necesitan para proyectar un nuevo ciclo que comienza con el próximo año. Como la leyenda del águila que cuenta que esta se renueva, así debe ser tu vida: un constante avanzar hacia tu perfeccionamiento.

 www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

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