sábado, 10 de agosto de 2019

DIMENSIONES

LA TRAGEDIA OCULTA
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


El 11 de junio del 2019, Colombia despertó sobrecogida de estupor, dolor e incredulidad porque a las 6:30 a.m., las personas que transitaban por la vía La Romelia - El Pollo, que comunica a Pereira con Dosquebradas, fueron sorprendidas por una avalancha de 26.000 metros cuadrados de tierra que sepultó a 5 carros y 12 motos y dejó un saldo final de 4 víctimas fatales y 3 más lesionadas.


Esta catástrofe se debió al deslizamiento de la parte posterior del conjunto residencial El Portal de la Villa, que se llevó gran parte de la cancha, de la zona verde aledaña y que terminó en la avenida antes mencionada. La solidaridad de las entidades estatales de orden nacional y local –como lo reconoce el presidente del consejo de administración de la urbanización, Carlos Alberto Duque– se ha manifestado para socorrer a las 234 casas y a los 2 locales comerciales que comprometieron a cerca de 1000 personas.

Las ayudas materiales que han recibido los residentes de esta urbanización por parte de la Dirección de Gestión de Riesgos Municipal (Diger), que incluyen $480.000 mensuales durante los próximos 6 meses, han sido ampliamente difundidas por los medios de comunicación; del mismo modo ha sucedido con los resultados del estudio técnico por medio del cual –en caso de ser positivo para los residentes– la aseguradora indemnizará a estas familias, para que consigan una nueva vivienda.

No obstante, hay una tragedia de igual o quizás de peor magnitud que está pasando desapercibida: el sufrimiento psicológico y emocional de las víctimas de dicho desastre. Los estudios sobre los procesos mentales que atraviesan los afectados por condiciones intensas de estrés son contundentes: el 100% de las personas sometidas a este tipo de situaciones sufren algún tipo de trastorno agudo o crónico secundario a la experiencia.

Todos los habitantes del Portal de la Villa, además del apoyo material que han recibido, requieren un espacio catártico donde puedan expresar sus miedos, sus angustias, las preocupaciones con respecto a lo que abrupta y dolorosamente han vivido, y que lo continúan haciendo, en la medida en que aún no se han resuelto las incertidumbres alrededor de este evento.

El 30% de la población seguramente hará desarrollos postraumáticos que se manifestarán en angustia, trastornos del sueño o episodios depresivos; en el caso de las personas más vulnerables, las acompañarán durante el resto de sus días. ¿Estamos ayudando de manera apropiada a estos compatriotas para que incorporen a su vida mecanismos psicológicos adaptativos adecuados?

www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

No hay comentarios:

Publicar un comentario