sábado, 2 de julio de 2022

Dimensiones - Una nación vulnerada y rota

     Por Uriel Escobar Barrios, M.D.

Un mejor futuro para una comunidad y para una nación se construye sobre la base del diálogo sin prevenciones y expresando la verdad sobre los hechos que hayan sido el germen de conflictos entre las personas. 

Desde que se firmó el acuerdo de paz entre el Estado y las FARC-EP en noviembre del 2016, los colombianos estamos asistiendo a una situación novedosa en cuanto a que se están investigando los horrores producidos por seis décadas de enfrentamientos que ha dejado un saldo de millones de compatriotas afectados por la barbarie y la crueldad de la guerra. 

No ha sido un camino fácil para transitar hacia un diálogo civilizado entre las partes en conflicto, y la razón es que hay grupos poderosos, llámense políticos, económicos, militares y de narcotráfico, que se han opuesto de una manera férrea a que se esclarezca lo vivido en todos estos años, porque, entre muchos otros motivos, perderían los privilegios, además del poder acumulado y sustentado sobre el ejercicio de la violencia y el exterminio de los más vulnerables y de los contradictores que ejercen algún tipo de liderazgo.

El martes 28 de junio del 2022 fue un día histórico porque se dio un paso importante en la construcción de una Colombia que debe encauzar su presente hacia la construcción de la paz y de la prosperidad social. Ese día, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición entregó a la comunidad nacional e internacional el informe definitivo que logró construir luego de escuchar e investigar 28.543 testimonios de personas que han sido afectadas por el conflicto armado. 

Esta comisión, creada el 5 de abril del 2017 mediante el Decreto 588 y conformada en sus inicios por 13 personas con el propósito de recopilar los sucesos y las repercusiones que tuvieron en las personas y en las comunidades involucradas en este conflicto armado que ha provocado tanto desplazamiento, dolor y muerte en el territorio patrio. Las cifras que se entregan en este informe son pavorosas por el monto de sufrimiento que llevan implícito. Veamos algunas. De 1985 al 2018, se produjeron 450.664 homicidios 4.237 masacres y entre 7.7 a 8.2 millones de personas con desplazamiento forzado.

“¿Cómo nos atrevimos a dejar que pasara y cómo nos podemos atrever a permitir que continúe?”, fue el cuestionamiento con el que finalizó su intervención el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, en el acto de entrega del informe. A lo largo de su intervención insistió: “¿Por qué el país no se detuvo ante tanta barbarie?”. 

La Colombia herida es como llamaron al primer capítulo introductorio de este documento; he de decir que aunque nuestra nación está vulnerada y rota, como colombianos tenemos algo que nos da la fuerza para superar estos momentos aciagos: la esperanza de que luchando juntos podremos alcanzar la paz y la prosperidad para todos los que habitamos este hermoso país. ¡Lo vamos a lograr! www.urielescobar.com.co

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