miércoles, 11 de enero de 2023

Austeridad y sostenibilidad financiera en un contexto de alta incertidumbre

Foto: Areandina

Por: Areandina

Ante la incontenible escalada de los precios, producto de los choques de oferta en el contexto internacional, el drástico aumento en el tipo de cambio y sus consecuencias en el costo de vida de los ciudadanos y sobre las estructuras de costos de las empresas, el término austeridad se ha popularizado recientemente.

De acuerdo con Joan Rojas, docente del programa virtual de la Especialización en Gerencia Financiera de Areandina, “en Colombia, la situación se acentúa con una balanza comercial deficitaria y con una dinámica de consumo que ha favorecido a las importaciones. De hecho, el analista económico, de políticas públicas y problemáticas sociales, Juan Pablo Fernández, asegura que el crecimiento de las compras de bienes foráneos supera a la del PIB. Si a eso se le suma la necesidad de adoptar una política fiscal más austera, con la finalidad de atender el déficit y financiar los programas del gobierno, entonces se agregan un conjunto de condiciones que tienen como consecuencia la incertidumbre en el mercado y un aumento de las preocupaciones de los empresarios”.

De la austeridad a la sostenibilidad

Si bien el Índice de Precios al Consumidor (IPC) es el indicador económico con el que solemos estar familiarizados, el Índice de Precios al Productor (IPP) nos permite analizar la coyuntura macroeconómica desde el punto de vista de la oferta. 

Según datos recopilados del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, “el índice en los precios para el productor refleja un aumento significativo desde el 2010 a la fecha, principalmente en los últimos dos años, pasando de 79,66 puntos en diciembre de 2009 a 83,79 en enero de 2010, en sectores estratégicos para el país como el agropecuario y la industria de extracción”, lo que para el académico Rojas, “el incremento en los costos en el sector primario y secundario, al final, traslada su efecto sobre el costo de vida para la población. Es esencial emplear prácticas de gestión efectivas en todas sus operaciones, especialmente al asignar o presupuestar recursos escasos para maximizar el resultado programático y lograr su misión”. 

Dada la situación descrita, la respuesta en muchos ámbitos académicos y profesionales se reduce a una palabra: austeridad. “Aunque más que pensar en recortar los costos y gastos por doquier, la invitación es a que los directivos tomen decisiones estratégicas, definiendo prioridades. Por tanto, debe pensarse más allá de la austeridad, pues la idea es optimizar las asignaciones en procura de generar un mayor valor agregado y propender por la sostenibilidad del negocio”, explica el docente Rojas.

¿Qué hacer en tiempos volátiles?

Para el académico Rojas, actuar bajo incertidumbre, los enfoques tradicionales de la planificación estratégica pueden ser francamente peligrosos, por lo que líderes de áreas y directivos deben prepararse para gestionar riesgos, implicando la estrategia a la incertidumbre. 

“En el caso específico del control de costos y gastos, los presupuestos tradicionales presentan restricciones significativas; pues el modelo no permite reflejar la naturaleza dinámica del negocio, especialmente en condiciones de alta incertidumbre. Por contraste, tampoco es aceptable someter los resultados al azar, con el argumento de que no hay lugar al pronóstico”, afirma Rojas y agrega:

“Así las cosas, se requiere un análisis sistemático de potenciales escenarios y de las capacidades que tiene la empresa para desarrollar su objeto de negocio de manera sostenible. Un elemento crucial de análisis es la estructura de costos, por lo que debe pensarse en aspectos tan variados como validar oportunidades con el menor costo, conocer las actividades esenciales y cuáles se pueden subcontratar, saber si las medidas de desempeño son realmente importantes, cómo apalancarse en la tecnología y automatizar procesos y, por último, pero no menos importante, cómo crecer sin perder”.

Finalmente, el docente Rojas es enfático en señalar que, si la austeridad se traduce como recortes sin justificación, posiblemente se encrudezca la situación en la empresa. “Es importante fijar prioridades, optimizar esfuerzos y evaluar escenarios. Según un documento de trabajo reciente del Fondo Monetario Internacional, tales consolidaciones fiscales, comúnmente conocidas como tiempos de austeridad, conducen a aumentos significativos en la desigualdad, una disminución en la participación de los ingresos en el trabajo y un mayor desempleo a largo plazo”.

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