Liberales: Una de dos

Por Claus Adara desde el Caribe

Decía el senador Roberto Gerlein, viejo amigo de mi padre, que los partidos tienen que saber escoger el espacio en el cual tienen la posibilidad de ganar las

elecciones. No siempre se gana y no siempre se gana lo mismo, decía el difunto jefe conservador.

Y esto cae como anillo al dedo a lo que le viene sucediendo a los liberales de Risaralda. El senador Gallo, un joven impetuoso y guapo para moverse en las aguas turbias de la política, le está apostando su capital político a Maicol Lopera. Pero en medio del remolino electoral, se dio cuenta que lo único que podrá salvarlo del naufragio que se le avecina es la Gobernación, y por eso ha tenido que alinear a todos sus seguidores, que estaban dispersos, en dirección a Juan Diego Patiño.

Ya muchos de estos líderes barriales de Pereira habían avizorado el desastre electoral que se puede vivir para la alcaldía y empezaron a buscar refugio en la campaña de Patiño Ochoa, que hoy tiene el camino muy despejado para sentarse en el sillón de gobernador.

Gallo y sus asesores, que dicen saber interpretar el olor a pólvora, están viendo que el puesto de Alcalde Pereira está muy difícil de retener, y por eso, sin abandonar a Lopera, por el cual siguen bregando con ahínco, se unieron a la fuerza de Juan Diego Patiño, para poder tener un seguro de triunfo, pues saben que perder las dos posiciones, será el acabose. Ya tienen el espejo de Juan Manuel Arango y de Enrique Soto (qepd).

Los números y las tendencias que exhibe la campaña de Patiño son contundentes y a pesar de los esfuerzos que hacen Juliana Enciso, esposa del exsenador Habib Meregh y Javier Marulanda, el prohijado por los vástagos y la esposa del gobernador Tamayo, la suerte parece estar echada.

Patiño va a ganar porque es una figura joven, atractiva, irreverente y con propuestas innovadoras. Lopera va a perder porque ocho años de gobierno pasan cuenta de cobro, pero especialmente porque el alcalde Carlos Maya no conectó con los gobernados.