IGNORANCIA EMOCIONAL
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
La vida psíquica del individuo está constituida por la emoción, la razón y la conciencia. Primero el ser humano siente y posteriormente, a través de un largo proceso de formación, piensa, razona y le da una explicación a su existir. La madurez personal se consigue cuando se reconoce la interacción dinámica de estos componentes.
Por ello, estos tres elementos mencionados conforman la vida psíquica y emocional del individuo, así como determinan su manera de relacionarse. Por ende, en la medida en que se fusionan armónicamente, contribuyen también a que una persona sea más equilibrada, lo que, por supuesto, tiene una trascendencia en cómo estructura el mundo individual y el social. El psicólogo estadounidense Daniel Goleman, con la publicación de una de sus obras cumbres, La Inteligencia Emocional (1995), llamó la atención sobre la importancia que tiene la expresión adecuada de las emociones en el desarrollo armónico del ser y de la sociedad.
Como observador del transcurrir de las expresiones que se publican en las redes sociales y del enfrentamiento y la pugnacidad entre muchos colombianos, me he preguntado si así como existe la inteligencia mencionada por Goleman, no puede existir la ignorancia emocional. Recorriendo una de las redes de mayor influencia, me he encontrado con los trinos siguientes: “Un chico uribista me dice: lástima eres petrista, sino te pediría matrimonio. Le dije… Estoy casada y no gusto de lisiados mentales”.
Otro: “Mucho cuidado mamertos, si siguen votando mal ustedes pueden ser los próximos “venecos” del continente”. Y finalmente: “Ay, Robleito… Cincuenta años de irredento moirista, para terminar cargándole maletas al avistador de ballenas”. Pregunta: ¿dónde está el respeto por el otro? ¿Por qué como sociedad hemos llegado a niveles tan bajos de intolerancia y de no aceptación de la diferencia?
La ignorancia emocional, como la analizo en este contexto, es no entender un principio elemental: los humanos somos distintos, no solo en la parte externa, sino en los sistemas de creencias, en la orientación sexual, en las concepciones políticas, etc.
Cuando olvidamos esto, nos vemos ante la dolorosa realidad que vivimos como país: la discriminación, la estigmatización, el ejercicio de la violencia tanto verbal como física, la cual tiene el mismo efecto, porque quien insulta a un semejante es capaz de desearle el mal y llevar ese odio al extremo de la desaparición, como sucede con el asesinato de líderes sociales. Ignorancia emocional es no entender que uribistas, petristas y fajardistas son colombianos y que ninguno de los mencionados tiene la solución mágica para superar tantas dificultades de nuestra nación. Se requiere el respeto por la dignidad humana en todos los niveles.
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