sábado, 21 de mayo de 2022

Dimensiones - El ser antes que el ego

 Por Uriel Escobar Barrios, M.D.

Las sociedades humanas se organizan y se desarrollan con el propósito de preservar la vida y el bienestar de los individuos que las conforman. En momentos claves de la historia, grandes mentes han reflexionado acerca de cuál sería el ideal de Estado, que mejor garantice dicho bienestar. 

En la República, obra publicada aproximadamente en el año 370 a.C. -considerada como una de las más reconocidas a nivel universal y cuyos planteamientos aún siguen vigentes-, Platón propone un tipo de gobierno basado en la justicia, donde predomine la virtud del individuo para alcanzar la felicidad, en una nación pacífica y productiva, gobernada por filósofos y defendida por guerreros, logrando así la riqueza y los bienes de producción por la acción de los trabajadores. Este filósofo considera que la educación es el pilar fundamental para que los gobernantes, y la población general, vivan de acuerdo con valores como la bondad, la verdad, la justicia y la virtud, fundamentales para la convivencia en armonía.

El Estado ideal, tal como lo concibe Platón, tuvo una visión distinta en la obra El Príncipe, publicada en 1531, cuyo autor es el escritor, diplomático y filósofo italiano Nicolás Maquiavelo. Su principio es que el ejercicio de la política implica tomar decisiones que no responden necesariamente a los valores morales ya descritos;  la influencia primordial la tienen las leyes del poder. 

De acuerdo con este autor, es necesario que el gobernante conozca los anhelos, los miedos y, en general, las características de su población, y con base en esta información, legisle no solo para procurar el bienestar colectivo, sino también para utilizar los medios que sean necesarios para permanecer en el gobierno. Fue con base en su lectura y en el análisis de sus planteamientos que el cónsul y emperador francés Napoleón Bonaparte acuñó la expresión “el fin justifica los medios”. 

Los sistemas de gobierno actual, especialmente en los países occidentales, han tenido una gran influencia en los postulados de Maquiavelo; sin embargo, hay una corriente de pensamiento que nuevamente está tratando de incorporar algunos elementos esenciales de la República a las formas de gobernar: la necesidad de que en el centro de cualquier política de Estado se encuentre el bienestar humano, una prioridad del ser por encima de los imperativos del ego. 

¿Esto qué quiere decir? Que en un Estado moderno, en las relaciones sociales debe predominar el respeto por los derechos de la persona, por su libertad, por la diferencia; debe reconocerse el derecho al bienestar, a tener condiciones de vida digna, todo por encima de las actitudes y conductas provenientes de la mente egoica, caracterizada por el egoísmo, la discriminación, la estigmatización, el aferrarse al poder para beneficio personal o al de un determinado grupo, sea este económico o político. Es sobre la base de la aceptación incondicional del ser humano desde donde se puede construir una auténtica política en un Estado moderno y democrático. www.urielescobar.com.co

No hay comentarios:

Publicar un comentario