sábado, 16 de julio de 2022

Néstor Humberto Martínez, depredador de las libertades

 Después de planear la destrucción del proceso de paz con entrampamientos y falsías, este despreciable y gris personaje del establecimiento, se convierte en acosador de periodistas.

Por: Wilmar Jaramillo Velásquez
Periodista y Comunicador Social

 El país llegó a un punto de degradación institucional tan profundo, que un sujeto

de la calaña de Néstor Humberto Martínez, después de todas las fechorías cometidas, hoy se mueve en total impunidad fungiendo de censor  de la prensa, persiguiendo periodistas y enemigo de las libertades públicas.

Néstor Humberto no actúa solo, de manera siniestra mueve los hilos con su cómplice Francisco Barbosa, que no solamente le garantiza impunidad, sino que le mueve con celeridad los procesos en contra de los periodistas que le incomodan a su paso.

Lo curioso de esta notable persecución a la prensa, es que solamente cobija a respetables figuras, críticas al establecimiento, claramente se refleja una retaliación contra quienes no se han dejado tentar por el poder del gobierno y que por el contrario se han dedicado a cumplir con responsabilidad la misión ética de mantener informados a los colombianos. Los periodistas adictos el gobierno son intocables, protegidos y fletados con   todas las garantías.

Néstor Humberto Martínez, arremete con toda la sevicia contra la periodista Cecilia Orozco, columnista de el Espectador y directora de Noticias Uno, justamente el informativo que más incomoda al actual gobierno y los anteriores, una de las plumas más prestigiosas del país, que tanto nos ayuda a mantener los equilibrios informativos en estos duros momentos de servilismo al ejecutivo y sus lacayos.

Uno quisiera ver a medios como Caracol RCN, la W, Blu Radio, El Tiempo, unidos en una sola voz en defensa de la periodista y de otros también víctimas del acoso judicial, pero no guardan silencio cómplice, son temerosos al gobierno, temen vulnerar sus compromisos con el poder.

Pero también la sociedad decente que le sobrevive a Colombia se debería movilizar en este caso, donde está amenazada la libertad, derechos constitucionales, pero no, unas pocas voces se han levantado en su apoyo.

Entre estas voces y muy contundente por cierto está el mensaje del exmagistrado, José Gregorio Hernández, expresidente de la Corte Constitucional quien escribió en su cuenta de Twitter:

El derecho a la información es fundamental. Los medios son libres (Art. 20 C.P.). La actividad periodística goza de protección "para garantizar su libertad e independencia profesional" (Art 73). "El secreto profesional es inviolable (Art. 74). Todo eso está vigente. @NoticiasUno”

La Fundación para Libertad de Prensa PLIP, se ha convertido en férrea defensora, no solamente de esta colega, sino de otros como, Julián Martínez y Yohir Ackerman, víctimas del brazo siniestro de la fiscalía.

También la revista Cambio está en la mira de la Fiscalía y desde luego el periodista Daniel Coronell, a quien hace años como se dice en el argot popular “el gobierno le lleva ganas”

Como se puede apreciar no se trata de un caso aislado, es un montaje bien calculado del actual gobierno en relación con la prensa libre, que como no ocurre en Venezuela, no ha movido las fibras de la sociedad doble moralista como la nuestra.

Ni en los peores momentos del mandato de Julio Cesar Turbay el país vivió este tipo de aberraciones en contra de la presa libre.

La intentona de la Fiscalía de inspeccionar los archivos de Noticias Uno y de la Revista Cambio, será la peor afrenta del establecimiento contra la libertad de presa en Colombia y el mundo civilizado lo debe saber, se debe pronunciar de manera contundente.

“A mí también me está persiguiendo la @FiscaliaCol con una denuncia infundada del ex fiscal Néstor Humberto Martínez. Este acoso judicial es bastante intimidante”, escribió Julián Martínez en su cuenta de Twitter.

 “Frente a esta situación, preocupa el avance en la investigación penal cuando evidentemente es un caso de acoso judicial emprendido por Martínez, con el que se desconoce las garantías mínimas de la libertad de expresión y el deber de tolerancia al escrutinio público que debía soportar como funcionario público”

“La denuncia iniciada por el exfiscal y el impulso del proceso, sabiendo que se judicializa un asunto protegido por la libertad de expresión y que tienen como fin acallar críticas, sugiere un mal uso de la función pública para contrarrestar algunas discusiones de trascendencia social. Esto tiene un fuerte potencial silenciador porque enfrenta a los periodistas al dilema de ejercer su oficio o enfrentar sanciones de diversos tipos, incluidas las económicas”, dijo la FLIP en su pronunciamiento de apoyo a estos periodistas.

Hay que agregar que Cecilia Orozco ha sido además víctima de amenazas y seguimientos irregulares, Julián Martínez y Yohir Ackerman se encuentran fuera del país intentado proteger sus vidas.

Al país le quedan aún dos años de una fiscalía que, en vez de garantizar, de proteger los derechos de los ciudadanos, se ha dedicado perseguirlos, a coartarlos, antes que llegue un nuevo fiscal, comprometido con la autoridad, con la ley y sobre todo con la institucionalidad.

Dos años de pesadilla en los que pueden ocurrir muchos atropellos, mientras Néstor Humberto Martínez, que debería estar preso, siga trabajando en llave con francisco Barbosa y sus secuaces.

Nuestra frágil democracia terminará de hundirse si sujetos tan cortos de pensamiento, tan limitados e su concepto de sociedad como Barbosa y Néstor Humberto se salen con las suyas acosando periodistas para que no incomoden al poder, forzándoles a guardar silencio, mientras ellos y sus patrocinadores se roban el país, incluyendo hasta los dineros de la paz.

Cecilia Orozco, Julián Martínez y Yohir Ackerman deben saber que no están solos, que en Colombia sobrevive gente decente que no se dejará amilanar por el terror y el poder impuesto, por quienes con los dineros públicos fueron asignados para defendernos.

*Esta columna es responsabilidad directa de su autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario