Directora Ejecutiva
Fenalco Risaralda
La austeridad, le interesa al nuevo gobierno entrante, celebramos mucho ese anuncio de la reducción de los gastos en la burocracia y en la nómina paralela. Conveniente, dar muy buenos ejemplos desde los ministerios y los institutos descentralizados.
Pero hablando de la Reforma Tributaria, preocupa la cantidad de nuevas cargas que vienen para potenciales inversionistas que toma sus decisiones con base en la rentabilidad de los proyectos que sí sean atractivos, y con la Reforma en trámite, el porcentaje de la utilidad de las empresas que se va en pagar impuestos, pasaría de una tasa del 42.4% al 67.1%, aterrador.
Nuestras organizaciones empresariales son reconocidas y están a la vanguardia, consolidando sus marcas, equitativas y trabajadoras por la sostenibilidad ambiental, irrigando beneficios tangibles a la economía de manera admirable, cuidando a sus empleados, con responsabilidad social. Se deben entonces, proteger y fortalecer con orgullo y gratitud, revisando el efecto y el alcance de la tributaria, en discusión, con seriedad y sensatez a través de un diálogo abierto.
El mismo Gobierno ha dicho que le interesa apoyar e impulsar a las empresas, que se mantenga entonces ese acercamiento y se escuchen otras propuestas para combatir más la evasión, máxime y habida cuenta que los datos disponibles apuntan a que el ritmo del consumo interno empezó a perder vigor y que las estadísticas relativas al crédito en su registro más reciente, muestran un crecimiento del 23% frente al año anterior.
En las encuestas de opinión de los consumidores, las expectativas sobre la economía familiar, se deterioran de manera notoria, dentro de las razones está la incertidumbre frente al nuevo gobierno y el aumento en las tarifas de energía y alimentos básicos de la canasta familiar en más de un 25%.
Existen entonces, señales de alerta, la situación es delicada, hay necesidad de contener la presión generalizada en los costos de insumos productivos. Se requiere priorizar en el impulso al crecimiento económico, con generación de empleo, promoviendo la estabilidad jurídica, la inversión y la confianza.
La inflación, las tasas de interés y las condiciones del entorno internacional desaconsejan la aplicación tan fuerte de una dosis impositiva sobre las empresas de todos los tamaños, los inversionistas y los sectores productivos. Se debe avanzar es, en incluir más base gravable sin descarrilar el crecimiento, frenar las inversiones, ni frenar la generación de empleo.
La combinación del articulado sobre dividendos, ganancias ocasionales y deducciones, elevan demasiado los impuestos adicionales que las organizaciones empresariales tendrían que desembolsar, adicional a qué más o menos, aproximadamente del 3 al 4% del producto interno bruto, se pierde de una u otra forma en el sector público.
Fenalco, otros Gremios, Centros de Investigación y Analistas Económicos, coinciden en manifestar la inconveniencia de la Reforma Tributaria en curso, que nos hará perder competitividad y se traducirá en pobreza. La doble tributación está prohibida por Ley superior, no se puede grabar varias veces el mismo hecho económico, como en el caso de la utilidad y deja en vilo el impuesto de patrimonio permanente. Si además, se suma el ICA y el 4 x 1.000 se llega a una tasa de tributación efectiva del 80%, que no tiene comparación desde el marco histórico de la política tributaria mundial.
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