La pobreza se toma a Antioquia

Foto: www.colombia-sa.com

Claus Adara – desde el Caribe

Antioquia no es lo que aparente ser. En general es humo lo que vende. La situación social de este departamento es increíblemente crítica. Dane ha señalado que tiene 2,4 millones de personas en condición de pobreza.

Este departamento salva sus indicadores por lo que ocurre en Medellín y su área metropolitana. De resto, la pobreza y el abandono son notorios.

El centralismo antioqueño es asfixiante. La gente que vive en las subregiones de Urabá y Bajo Cauca, está sometida a situaciones aberrantes de falta de agua potable, mal servicio de energía, calles sin pavimentar, carreteras en pésimo estado, alta deserción escolar, mala atención en salud e indicadores de calidad de educación bajísimos.

La prepotencia de los gobernadores de Antioquia, que se puede ver perfectamente reflejada en el actual, Aníbal Gaviria, contrasta con la miseria en la que viven Vigía del Fuerte y Murindó, donde la pobreza supera el 93%.

Gracias a los datos oficiales del Dane, vemos que Cáceres, Necoclí, San Pedro de Urabá, Nechí, Valdivia y Arboletes, son tan pobres y abandonados como el Chocó o la Guajira. El gobierno de Antioquia bajó del tren del desarrollo a decenas de municipios y millones de personas, que hoy claman por una mirada más compasiva de los políticos de un departamento que es sólo fachada… pura pintura... puro maquillaje. Antioquia es una gran mentira, cuya estructura se va cayendo a pedazos.

Todas las obras que hace Antioquia son para favorecer la industria instalada en el valle del Aburrá. Esa es la verdad.

De los 40 municipios más pobres de Colombia, Antioquia aporta 13. Esa es la conclusión.