lunes, 24 de octubre de 2022

La Prensa contra Petro

Gustavo Petro (Foto: Presidencia)

Claus Adara – desde el Caribe

El hecho de que en Colombia los medios de comunicación sean de propiedad de los dueños de los medios de producción, crean un ambiente de manipulación informativa por parte de aquellos, cuando el gobierno se mete con estos. Y lo estamos viviendo, al punto que se

generan situaciones francamente risibles, penosas y macondianas, que dejan ver, además, la poquísima preparación académica que tienen los directores de los grandes medios.

Vamos mirando.

Los periodistas difundieron la especie de que Petro expropiaría las tierras de los terratenientes y los dejaría en la ruina. La propuesta, que ya se concretó con Fedegan, es que compraría tierras para cumplir con su propuesta de reforma agraria.

Dijeron los medios que Colombia se quedaría sin petróleo y sin gas. La realidad es que el gobierno dijo que respetaría los contratos de exploración y explotación firmados por el gobierno Duque a treinta años y que la transición energética sería lenta, pero segura.

Los grandes medios contaban que las tarifas iban ascendiendo aceleradamente, pero nunca fustigaron al gobierno Duque para que actuara. Petro actuó y presionó a las generadoras y distribuidoras de electricidad a revisar las tarifas a la baja y ahora dicen que es muy poquito lo logrado.

Los periodistas se burlaron de Petro cuando le pidió al gobierno de Estados Unidos que le quitaran el requisito de visas a los colombianos. Resulta que ya una comisión binacional está estudiando el tema.

Los voceros de la gran prensa, cuestionaron a Petro por hablar en Naciones Unidas del fracaso de la guerra contra las drogas y la necesidad de una nueva estrategia, y señalaron que “en Estados Unidos estaban temblando”. Pues resulta que Joe Biden aceptó revisar el tema y dio un primer paso, al dictar una decisión federal para liberar presos por consumo o tenencia de marihuana.

Los mismos periodistas pagados por los grandes conglomerados económicos, se rieron cuando Petro le dijo a Estados Unidos que cambiara la doctrina de las negociaciones económicas y hablaran entre pares. La respuesta norteamericana ha sido enviar a varias misiones de alto nivel a conversar de este tema, incluido el Secretario de Estado.

Los periodistas de los grandes medios dijeron que era un exabrupto hablarle a los Estados Unidos de revisar el modelo de extradición. Es una herejía, dijeron. Pues ya hay conversaciones con autoridades judiciales norteamericanas y hasta con la CIA.

Entrevistaron en las grandes cadenas de radio y televisión a connotados economistas nacionales para que cuestionaran la reforma tributaria de Petro; pero en el escenario internacional la aplaudieron desde el Fondo Monetario Internacional hasta premios nobeles de economía, que para los periodistas colombianos son unos “chichipatos”.

Cuando Petro habló de la Paz Total, desde la prensa dijeron que era una rendición judicial e institucional y graduaron de prominentes juristas a Paloma Valencia y María Fernanda Cabal. Hoy hay zonas como Buenaventura, donde desde hace siete semanas no hay muertes por enfrentamientos entre grupos delincuenciales, que quieren negociar con el gobierno. Naciones Unidas está poniendo como ejemplo ante el mundo, la propuesta petrista.

Una vez Petro habló de los enemigos internos del gobierno por atravesarse a las reformas sociales que requiere el país, dijeron falsamente que Petro se refería al ministro de hacienda, José Antonio Ocampo.

Les ejemplos abundan y lo único que generan es una sensación de desesperanza por la vergonzosa manipulación informativa de los grandes conglomerados de medios de comunicación, a quienes les sigue doliendo, que un líder de izquierda haya sido elegido como Presidente de un país manejado durante siglos por unas familias privilegiadas que abusaron de la gente y la empobrecieron.

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