sábado, 18 de enero de 2025

Dimensiones - La mayor aspiración humana

 Por Uriel Escobar Barrios, M.D.

Todo lo que existe en el Universo tiene un propósito, incluido las galaxias, lo inanimado, los seres vivos y hasta las leyes a través de las cuales funciona cada uno de ellos. 

La Tierra, por solo poner un ejemplo, desde que existe –hace unos 4500 millones de años–, es un sistema complejo e interconectado, constituido por hierro, silicio, magnesio y muchos otros elementos en menor cantidad, pero también por agua en forma de océanos, ríos, lagos, así como por una capa de aire compuesta especialmente por nitrógeno y oxígeno. 

¿Cómo llegó a formarse un sistema tan perfecto para albergar a 8.7 millones de especies de seres vivos? La Geología, la ciencia encargada de estudiarla, afirma que lo hizo a partir de la nebulosa solar (un disco de gas y polvo alrededor del Sol), que al enfriarse provocó la agrupación de los materiales y su posterior colapso bajo la fuerza de la gravedad. 

¡Que hermoso milagro que nuestros ojos pueden contemplar en toda su magnitud a través de las múltiples formas que encontramos en la madre Tierra!  Por esta grandeza, las comunidades andinas reconocen una relación sagrada entre la Pacha Mama (la Tierra) y los seres humanos.

La especie humana no está por fuera de esta dinámica descrita; por el contrario, es una pieza más en el perfecto andamiaje que constituye el funcionamiento tanto del Universo como de la Tierra. Esto quiere decir que también se encuentra sometida a los principios que rigen la ley natural. Entonces, ¿su existencia en este periodo tiene un propósito? La respuesta es contundente y no merece una mayor discusión: ¡claro que sí! Ahora bien, ¿cuál podría ser? Tampoco puede haber duda de que es perfeccionar su funcionamiento para adaptarse de la mejor manera al entorno. Si observamos el ciclo vital de un individuo humano, al inicio de sus días depende totalmente de otros seres para poder sobrevivir, y en el transcurso de su desarrollo va adquiriendo habilidades hasta que finalmente alcanza la autonomía para realizar por sí mismo todas las acciones propias de su periodo de madurez. 

Dicho proceso también es válido cuando se analiza el desarrollo evolutivo de la especie. La complejidad de las estructuras cerebrales ha permitido un salto cualitativo que ha favorecido la aparición de una función que en el humano alcanza la cima de la evolución planetaria: la conciencia. 

En este contexto surge una pregunta a la que se le han dado respuestas diversas a lo largo de la historia de la civilización humana: ¿cuál sería el mayor logro de la evolución del individuo y de la especie humana? De acuerdo con lo planteado a lo largo del artículo, para el individuo sería alcanzar lo que los filósofos estoicos denominan la serenidad interior, que le permita tener conciencia y vivir a plenitud el milagro de su existencia en cualquier circunstancia del entorno; y para la comunidad, posibilitar las condiciones para que todos los integrantes de la especie alcancen las condiciones para tener una vida con el ejercicio pleno de sus derechos y potencialidades.  www.urielescobar.com.co

No hay comentarios:

Publicar un comentario