viernes, 25 de abril de 2025

Dimensiones - Sé una persona azul

 Por Uriel Escobar Barrios, M.D.

 En la era de las redes sociales, donde tenemos miles de "amigos" pero pocos confidentes reales, la soledad se ha convertido en una epidemia silenciosa. Curiosamente, la Psiquiatría y las neurociencias nos recuerdan algo que nuestros ancestros ya sabían: los humanos necesitamos conexiones profundas para sobrevivir, no solo física, sino emocionalmente. 

No obstante, la solución a este problema podría estar en un concepto transformador: convertirnos en una "Persona Azul" y encontrar a alguien que también lo sea. Ya sabemos que somos seres gregarios por naturaleza: nuestros antepasados dependían de la tribu para cazar, protegerse y criar a los hijos, y aquellos que formaban lazos fuertes tenían más probabilidades de sobrevivir. 

Ese instinto sigue grabado en nuestro cerebro; la investigación lo confirma: la oxitocina, liberada en abrazos y conversaciones sinceras, fortalece la confianza y reduce el estrés; las neuronas espejo nos hacen sentir lo que otros sienten, facilitando la empatía. La soledad crónica, en cambio, activa las mismas zonas cerebrales que el dolor físico, según estudios de la Universidad de California. Sin embargo, hemos cambiado cantidad por calidad en las relaciones; interactuamos más, pero pocas veces de manera significativa.

El término "Persona Azul" es un concepto que representa aquel vínculo donde puedes ser auténtico sin temor al rechazo. Una Persona Azul es alguien que te escucha sin juzgarte, celebra tus éxitos y te sostiene en tus fracasos, no te exige cambiar para merecer su afecto. No es necesariamente un familiar, pareja o amigo de toda la vida; puede ser un colega, un terapeuta o incluso un conocido que, en el momento preciso, se convierte en un puerto seguro. 

Para transformarte en una Persona Azul y encontrar a una debes practicar la aceptación incondicional, dejar de corregir, sermonear o exigir, tener en cuenta que muchas veces lo que el otro necesita no es un consejo, sino saber que no está solo. En lugar de acumular interacciones superficiales, se debe invertir tiempo en conversaciones profundas. Un café sin prisas vale más que cien mensajes rápidos. 

Una Persona Azul es vital para conservar una buena salud mental. La Psiquiatría ha demostrado que el aislamiento social aumenta el riesgo de depresión, ansiedad y hasta demencia. Por el contrario, tener al menos una relación verdadera actúa como un escudo emocional: reduce el cortisol, la hormona del estrés; fortalece la resiliencia, ayudando a superar crisis; y estimula la neuroplasticidad, manteniendo el cerebro saludable. 

No se trata de tener una gran red de contactos, sino de al menos un vínculo inquebrantable. Como dijo el psiquiatra suizo Carl Jung (1875-1961): "La soledad no viene por no tener personas alrededor, sino por no poder comunicar las cosas que te parecen importantes". En un mundo que premia la imagen perfecta y las relaciones superficiales, ser una Persona Azul es un acto revolucionario. Es elegir la profundidad sobre la apariencia, la escucha sobre el monólogo, el amor incondicional sobre el cariño con condiciones. www.urielescobar.com.co

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