sábado, 13 de septiembre de 2025

Dimensiones - Ignorancia emocional en la polarización social

 Por Uriel Escobar Barrios, M.D.

Vivimos en una época marcada por la división. Las diferencias ideológicas, religiosas, culturales y políticas se han convertido en trincheras desde donde las personas se atacan mutuamente con desconfianza, rabia o desprecio. 

Esta creciente polarización, que va desde los comentarios agresivos en redes sociales hasta las guerras en distintas regiones del mundo, tiene muchas causas. 

Pero hay una menos evidente y profundamente influyente: la ignorancia emocional. La ignorancia emocional es la incapacidad para reconocer, comprender y gestionar las propias emociones y, en consecuencia, las de los demás. Este concepto ha sido abordado por varios autores, entre ellos Daniel Goleman, quien popularizó la noción de inteligencia emocional en los años noventa, y Peter Salovey y John Mayer, que la desarrollaron académicamente como una habilidad esencial para la vida social y personal.

La ignorancia emocional no solo dificulta la regulación afectiva del individuo, sino que también compromete su capacidad de empatía, juicio y tolerancia. En el plano individual, puede generar impulsividad, ansiedad, relaciones interpersonales conflictivas y una vulnerabilidad a trastornos emocionales. 

Una persona que no sabe ponerle nombre a lo que siente, o que responde con agresividad ante cualquier discrepancia, es alguien atrapado en sus emociones, sin herramientas para entenderse o comprender a los demás. Esta carencia no es un defecto de carácter; muchas veces, es el resultado de aprendizajes familiares, sociales o culturales que reprimen la expresión emocional o la asocian con debilidad. Pero cuando esta ignorancia se vuelve colectiva, el efecto es devastador: sociedades enteras pueden caer en la trampa de la deshumanización del otro. 

El pensamiento polarizado —blanco o negro, bueno o malo— se refuerza cuando las emociones negativas como el miedo, el odio o la frustración no son reconocidas ni elaboradas, sino proyectadas en grupos que piensan diferente. La falta de educación emocional y el creciente uso de redes sociales como espacios de validación emocional rápida —a través del “me gusta” o el comentario agresivo— alimentan una lógica de “nosotros contra ellos”, donde el diálogo se vuelve casi imposible. Esto puede explicar en parte la presencia de conflictos entre naciones. 

Los líderes políticos, reflejo de sus pueblos, muchas veces actúan desde impulsos emocionales no procesados, disfrazados de decisiones racionales o estratégicas. En lugar de gestionar tensiones con madurez emocional, recurren a la fuerza o al populismo emocional que exacerba el miedo y el resentimiento. En Colombia, esta polarización se manifiesta con claridad en las redes sociales, donde cualquier opinión, especialmente en temas políticos, es motivo de enfrentamiento.

Este clima constante de pugnacidad alimenta una ignorancia emocional generalizada, dificultando así la construcción de consensos y la confianza social. Combatir esta ignorancia emocional es urgente. Desde la Psiquiatría y la Psicología, sabemos que educar emocionalmente mejora la salud mental individual e, igualmente, fortalece el tejido social. www.urielescobar.com.co

1 comentario:

  1. Excelente reflexión sobre la ignorancia emocional y sus efectos en la sociedad. En el Instituto ICIIN trabajamos desde la neurociencia y la psicología para mejorar la gestión emocional y promover una convivencia más empática y saludable.

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