viernes, 28 de octubre de 2016

DIMENSIONES

Columna de opinión
NI UNA MENOS

Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *

Fuiste tú el sitio del crimen,
quién me volvió clandestina melodía,
…Así voy en mi misma
perdiendo la cuenta de tus huesos.

Este estremecedor poema denominado Ocaso fue dedicado por la activista mexicana en derechos humanos Susana Chávez, a la memoria de Marisela Escobedo quien fue asesinada en Chihuaha (México), al estar protestando por el feminicidio de su hija de 16 años Rubí Marisol. Esta poetisa también fue asesinada por exigir justicia a favor de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, bajo el lema: “Ni una muerta más”.


El 8 de Octubre pasado apareció el cuerpo drogado, violado y empalado de Lucía Pérez en la ciudad de Mar del Plata, al igual que le sucedió a 1.903 mujeres en América Latina en el año 2014. Bajo el lema NI UNA MENOS un colectivo de mujeres en Argentina el día 19 de Octubre paralizaron durante 1 hora todas las actividades que realizaban en ese momento, las cuales encontraron la solidaridad de otros países de la región como Chile, México, Bolivia y Perú.

El feminicidio (asesinato de mujeres como resultado de la violencia de género), en Colombia tiene una de las cifras más altas no sólo en la región, sino en el mundo. La fría estadística dice que cada 3 días es asesinada una mujer por el hombre con el cual compartió su vida. Qué pasa en la mente del hombre que maltrata a una mujer?.

 No se necesita ser un experto para afirmar sin temor a equívocos, que es una mente enferma. Quienes engendran a estas personas?. La familia y la sociedad. Es claro que el problema no sólo debe ser atacado endureciendo las penas de cárcel a quienes cometen estos delitos atroces, sino, educando, sensibilizando a hombres y mujeres por igual en un trato de respeto, aceptación de las diferencias y el tener claro que ni la mujer le pertenece al hombre, ni el hombre a la mujer. Son dos seres que se complementan en el propósito de tener una existencia plena. Tal como lo expresa de nuevo Susana Chávez.
Nos enredamos en el vacío
Y de la nada surge tu boca
A desprenderme a Dios del aliento.

*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)

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