domingo, 1 de enero de 2017

DIMENSIONES

¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA EXISTENCIA HUMANA?

Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *

Cuando Inés llegó a consulta se sentía muy triste; comentó que diciembre es una época difícil y por eso no quería que este mes llegara. Hace 6 años falleció su madre, la persona que siempre la había acompañado; y ahora que no estaba físicamente con ella, en muchas ocasiones había contemplado la posibilidad de morir. ¿Qué propósito puede tener para mí la vida sin ella?, fue la pregunta que le formuló al terapeuta.


El propósito de la existencia es una cuestión sobre la que se ha reflexionado ampliamente a lo largo de la historia de la humanidad. La misma inquietud se la formulé a un grupo de amigos, quienes me aportaron insumos interesantes para intentar hacer una aproximación a un pensamiento siempre vigente en cada uno de nosotros. A continuación enumero textualmente, entonces, algunos de dichos comentarios:

1) "Este interrogante siempre ha rondado mi vida desde adolescente y ha sido recurrente en muchas de las lecturas que he hecho. Debo confesarle que en este momento de la vida –casi a mis 60 años–, aún no lo sé". 2) "Cumplir una etapa de tránsito del alma; que pueda tener muchos aprendizajes". 3) "Estoy cumpliendo una misión no solo para mejorarme a mí mismo, sino a los demás; eso es lo que me mueve".

4) "Es la construcción permanente de uno mismo". 5) "Conocer seres especiales que enriquezcan nuestra vida". 6) "Descubrir el proyecto que Dios Padre tiene para cada ser humano". 7) "Depende del nivel de evolución de cada ser humano: si apenas ha iniciado su relación con la materia, su propósito –consciente o inconsciente– será superarla".

A partir de estas interesantes reflexiones sobre una cuestión vital tan inquietante, el propósito de la existencia humana lo puedo condensar de la manera siguiente: se trata de alcanzar la conciencia plena de relación de la unidad con todo lo existente y vivir de acuerdo con ello.

Es decir, reconocernos dentro de la totalidad implica saber que nos debemos a un creador –llámese Dios, consciencia universal, principio creador–, y eso implica que en este transitar eterno, el alma individual encarna las minúsculas fracciones de tiempo que constituyen la vida humana y vuelve a fusionarse con la muerte física en la gran madre. Y no de cualquier forma; sino con nuevos aprendizajes. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)

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