sábado, 3 de agosto de 2019

DIMENSIONES

¿DESTINADOS A SER VIOLENTOS?
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


El reciente estudio realizado por el Ministerio de Salud, con el apoyo de Usaid, Together for Girls, la Organización Internacional para las Migraciones y los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), muestra que cuatro de cada diez colombianos han sido víctimas de diferentes formas de violencia. Analizando en detalle este indicador global, se encontraron, además, algunos datos que analizaré a continuación.


El estudio llevado a cabo a través de la Encuesta de Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes (EVCNNA) entre agosto y noviembre de 2018 se aplicó a 5.218 personas entre 13 y 24 años de edad. Quienes recibieron violencia física,  42.1% eran hombres y 40.8% mujeres; violencia psicológica, 21.2% mujeres y 9.5% hombres; y violencia sexual, 15.3% mujeres y 7.8% hombres.

Los seres humanos utilizan muchas fuentes para adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que les permiten  establecer relaciones consigo mismos y con la sociedad. En el desarrollo psicológico individual se le da particular importancia a los mensajes y actitudes que el infante recibe de las figuras de identificación, que en este caso son padres, abuelos, profesores y todos aquellos adultos a quienes el niño de manera consciente o inconsciente les atribuye algún tipo de influencia, y se convierten para ellos en modelos para imitar.

De este planteamiento se deriva un principio esencial para entender la conducta de una persona: hay una tendencia a replicar esquemas aprendidos durante la etapa vital del crecimiento comprendida entre el momento del nacimiento y hasta los 12 años en adelante, que es denominada por algunos investigadores (en este caso Piaget y seguidores), como la etapa de las operaciones formales.

Si miramos de una manera objetiva los resultados de este estudio que se comenta, podemos considerar que el fenómeno de la violencia y la intolerancia que estamos viviendo en Colombia, se va a perpetuar por lo menos durante las próximas tres generaciones, ¡casi cincuenta años más! Pero dicen los viejos adagios: “Todo tiene un principio”. Y “Más vale tarde que nunca”.

El momento de iniciar ese cambio es ya. Considero que una de las prioridades que se debe incorporar en Colombia, es una política pública encaminada a proteger a nuestras niñas y niños de este tipo de agresiones que están recibiendo y educar a la población general de que el mayor bien que tiene un ser humano es el respeto absoluto por su dignidad y la aceptación de su individualidad.


www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

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