DIMENSIONES

NO, SEÑOR; LA AMAZONÍA NO ES SUYA
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *

El lunes 23 de septiembre de 2019 fue un día muy importante, ya que la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió considerar la lucha contra el cambio climático como el tema central de la asamblea general, acogiendo la súplica de millones de personas en todo el mundo, principalmente en 157 países en los cuales se han venido realizando grandes movilizaciones sociales que reclaman acciones inmediatas de los líderes mundiales para preservar el planeta.


 Lo más esperanzador de esta jornada no fue solamente la movilización de los colectivos sociales en estos países, sino el gran liderazgo que están ejerciendo los niños y jóvenes que, siguiendo el ejemplo de la joven sueca Greta Thunberg, decidieron a través de diferentes formas de expresión manifestar su inconformismo por la manera como estamos tratando a nuestra madre Tierra. Le exigieron a esos líderes mundiales que elaboran las políticas a nivel global que de verdad prioricen el cuidado del medioambiente y que tomen las medidas necesarias para la reducción progresiva de las emisiones de CO2.

Este consenso que se está gestando a nivel mundial plantea la necesidad de una toma de conciencia colectiva sobre la urgencia de un cambio en los hábitos de las personas, que deben empezar por abandonar todas las estrategias depredadoras con el medioambiente, para adoptar una forma de relación  menos consumista y más respetuosa con los ecosistemas, teniendo claro que la preservación de todas las especies vivientes es la única garantía que tenemos los seres humanos de sobrevivir en un futuro.

En este marco general es disonante la intervención del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien expresó de manera textual: “Es una falacia decir que la Amazonia es un patrimonio de la humanidad. Es un equívoco, como dicen los científicos, que nuestra Amazonia es el pulmón del mundo. Eso no tiene sentido. Es nuestra”. Expresar esto representa un desconocimiento absoluto de un principio elemental: el mundo es de todos y debemos luchar unitaria y solidariamente para cuidarlo, protegerlo y preservarlo. Nadie se puede apropiar de un bien que es colectivo.

Esta posición de Bolsonaro, que tiene mucho eco en otros líderes mundiales, es uno de los palos en la rueda del desarrollo de una sociedad que tome cada vez mayor conciencia acerca del papel protagónico que puede desempeñar para prevenir el desastre que se nos avecina si no optamos por medidas urgentes, ¡y desde ya! La participación activa de miles de jóvenes es un claro mensaje para quiénes manejan intereses económicos y de poder en todo el mundo: o cambian, o los cambiamos por la acción de la sociedad civil, que es donde debe residir el verdadero poder transformador del colectivo humano.

www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16