sábado, 8 de agosto de 2020

DIMENSIONES

¿MORIRÁ LA PAZ?
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


Angélica Ortiz es una digna representante de las mujeres colombianas que luchan de manera incansable por mejorar las condiciones de vida de su población y por preservar el medio ambiente. Ella es la coordinadora de la organización Escuela de Mujeres indígenas y otras formas de sabiduría, y además, pertenece a la Fuerza de Mujeres Wayuu/Sutsuin Jiyeyu Wayuu.


 A partir del año 2007, ayudó en la organización de la caravana for women por la defensa de su territorio, lucha que hasta el día de hoy continúa y que le ha valido muchos reconocimientos de entidades nacionales e internacionales que trabajan por la defensa de los derechos humanos de las minorías étnicas y de los líderes que luchan incansablemente por sus comunidades. Esta fue una de las razones por las cuales fue postulada por el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) para el premio nacional de defensores de derechos humanos.

Se puede decir que Angélica es una sobreviviente que ha estado sometida a múltiples amenazas en contra de su vida, si persiste, según los detractores, en el desarrollo de sus actividades. Muchos de los defensores del medio ambiente y de las comunidades, no han tenido la misma suerte porque han sido cruelmente asesinados.

El informe presentado por la ONG británica Global Witness, el 29 de julio del 2020, muestra una escalofriante realidad: en el año 2019 fueron asesinados 64 líderes ambientales. Colombia ocupa el deshonroso primer lugar en el mundo en el exterminio sistemático de las personas que, como Angélica, defienden el derecho que tenemos los seres humanos a tener un planeta limpio, con agua abundante y que se les reconozcan los derechos que tienen las comunidades ancestrales a vivir en sus territorios ¿Quién está asesinando a los ambientalistas?

Ben Leather, uno de los investigadores de este estudio denominado: “Defendiendo el mañana”, es muy pesimista en que pueda conocer a los autores de estas masacres porque considera que las acciones estatales no están arrojando resultados contundentes para castigar con todo el rigor de la ley a las oscuras fuerzas que están perpetrando este genocidio.

La reflexión que me surge ante estos hechos es la siguiente ¿Se puede alcanzar la paz en un país donde se exterminan a quienes se atreven a defender sus territorios y sus comunidades? Los acuerdos de paz han ido languideciendo, especialmente, porque hay muchos intereses de personas y grupos con gran influencia en la toma de decisiones estatales, que aún siguen creyendo que la forma de alcanzar la paz es sometiendo a los contradictores. Y si no se someten, entonces serán exterminados por la fuerza y violencia de las armas. La paz es una ilusión que no debemos dejar extinguir.   

www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

No hay comentarios:

Publicar un comentario