LUZ AL FINAL
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
Desde diciembre de 2019, cuando se reportaron los primeros casos de personas infectadas por una rara enfermedad que afectaba fundamentalmente el sistema respiratorio y que algunos de ellos terminaron en la muerte, el mundo entró en una era de incertidumbre, de temor y de mucho sufrimiento por quienes la habían padecido, la estaban padeciendo y la padecerían.
Ha sido un año en el que el individuo y la comunidad humana global fueron sometidos a una dura prueba, sin precedentes similares en los últimos cien años. Por esta razón, cuando el 8 de diciembre del 2020, Margaret Keenan, una venerable anciana próxima a cumplir 91 años, con dos hijos y cuatro nietos, recibió la primera dosis de una vacuna que la protegerá contra los embates de dicha enfermedad que se ha convertido en el principal motivo de preocupación de todos los países, hubo manifestaciones de optimismo y alegría mundiales.
Y no es para menos. Las primeras declaraciones de Margaret, luego de recibir la vacuna, ponen de manifiesto lo que tantas personas ancianas han penado durante este tiempo: “Me siento tan privilegiada de ser la primera persona vacunada contra el Covid-19. Es el mejor regalo de cumpleaños, adelantado, porque significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y mis amigos en Año Nuevo después de haber estado prácticamente sola todo el año”.
Esa es la ilusión de millones de personas en todo el mundo: poder abrazar, ser abrazados y expresar el afecto que genera la cercanía interhumana. Las autoridades sanitarias del Reino Unido, en cabeza de su director, Stephen Powis, declararon el 8 de diciembre como el V-Day o día de la vacunación, que también se podría traducir como “el día de la victoria inicial”, porque es el comienzo de una lucha para beneficiar a todos los seres humanos, aunque hace falta recorrer un largo camino para que tal triunfo llegue a ser una realidad.
Esta vacuna desarrollada por la casa farmacéutica norteamericana Pfizer, que se asoció para ello con la alemana BioNTech, marca un punto de quiebre en la lucha contra una enfermedad que, hasta el 9 de diciembre del 2020, ha provocado un total de 69 millones de infectados y 1.5 millones de fallecidos. La naturaleza y la misma acción depredadora del ser humano se han encargado de ponerle al mundo una dura prueba que compromete el desarrollo de la sociedad actual.
Los retos para derrotar al virus no han concluido, porque, como bien lo dice el director de sanidad británico, esta es una lucha que está enfrentando la humanidad y será “una carrera de fondo, no de velocidad”. El Día V marca el nacimiento de una esperanza, de una pequeña luz al final de un túnel difícil y complejo, que atravesaremos por muchos meses más.
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