LA ESPERANZA DE LOS JÓVENES
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
El conflicto social es el estallido de inequidades, discriminación, estigmatización y, especialmente, de la acumulación de desigualdades represadas a lo largo de los años. La acción, la protesta o, en algunos casos, la violencia terminan siendo una vía de expresión de ese inconformismo.
En los últimos años se han presentado este tipo de movimientos en diferentes partes del mundo; uno de los de mayor resonancia se dio en Francia en el año 2018: Mouvement des gilets jaunes (el Movimiento de los chalecos amarillos). La virulencia de sus manifestaciones puso en jaque al gobierno francés, a quienes le pedían una serie de reivindicaciones sociales, como no incrementar los combustibles, mejorar el poder adquisitivo de las clases media y baja y no implementar impuestos para los sectores más vulnerables. Esta protesta se extendió rápidamente a otros países vecinos como Bélgica, España, Alemania e Italia.
En Latinoamérica tuvo una gran resonancia la protesta social en Ecuador en contra del presidente Lenín Moreno, que se realizó del 2 al 13 de octubre del 2019, como una reacción a una serie de medidas económicas que atentaban contra la economía de las clases sociales menos favorecidas. Otra de las luchas más prolongadas ha sido protagonizada por el pueblo chileno, que en 2006 inició con marchas estudiantiles que buscaban la igualdad y la justicia social.
El punto culminante de este descontento adquirió una fuerza inusitada con el advenimiento de otras fuerzas sociales progresistas que durante 2019 prácticamente paralizaron al país y convirtieron a Santiago, su capital, en el escenario de cruentos y prolongados enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y los manifestantes, quienes terminaron logrando, como es ya conocido, que el congreso llamara a un referendo para la redacción de una nueva carta constitucional, lo que dio sepultura a la elaborada en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet.
Una de las características del paro nacional iniciado en Colombia el 28 de abril del presente año es la exigencia de una serie de reivindicaciones sociales muy similares a las de los movimientos ya mencionados. Este paro ha contado con la presencia masiva y resuelta de los jóvenes que han expuesto su vida en muchas ocasiones, buscando un país más justo, incluyente y solidario con los menos favorecidos.
Ellos no se sienten representados por la clase política actual y exigen vivir en un país donde se respeten sus derechos fundamentales, donde se les garantice igualdad de oportunidades para acceder a educación y trabajo en condiciones dignas. Este movimiento no ha sido en vano porque han logrado resultados importantes, pero siguen luchando con la esperanza de lograr una mejor Colombia para todos.
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